El mundo está roto y azul
con hedor a verde y manchas de luz.
Me duele el pelo y la herrumbre del vientre.
Me impele el tedio y una mortificación me detiene.
Mortífera mortificación de siempre:
¡QUIÉN-SE-CO-MIÓ-MI-CO-RA-ZÓN-PE-QUE-ÑO!
Imagen: Vestigios del tedio [detalle]. Técnica mixta, 20x28 cm, 1998.