Colibrí
y el presentimiento de ser
el único fantasma que la
habita;
son signos milenarios que quisieron ser efímeros,
retículas que reviven en la sal de tus pupilas.
son signos milenarios que quisieron ser efímeros,
retículas que reviven en la sal de tus pupilas.
Han llegado a un punto los
pétalos de manecilla
en que los cadáveres colgados en tus pestañas se derriten
y el estupor que escurre en la línea oblicua
deja sólo desperdicios
cuando vuelve a cuajarse el horizonte.
en que los cadáveres colgados en tus pestañas se derriten
y el estupor que escurre en la línea oblicua
deja sólo desperdicios
cuando vuelve a cuajarse el horizonte.
Ahora sabes que el calor se irá
ladrando
cuando los párpados del equinoccio
cuando los párpados del equinoccio
caigan como muertes de venado
y las piedras amontonadas en la cabeza tengan que arrojarse
a buscar otro derrumbe,
otra insolación del sol cannabis.
a buscar otro derrumbe,
otra insolación del sol cannabis.
Te dejo los grafitis
y la contemplación de otra fragancia.
y la contemplación de otra fragancia.
Te empeñaré la sobriedad
si tú apuestas tu mente.
si tú apuestas tu mente.
Ahora soy parte del vapor de
los cadáveres
en la danza del ardor desértico.
en la danza del ardor desértico.
Tus manos se abren
y, de repente,
y, de repente,
me lleva como a tu hoja el aire.
Imagen: "Curiosos". Variación de "La pared con ojos",
intervención digital sobre neomuralismo urbano,
Coyotown, Méshiko, c. 2007.