Asonantes





Por qué estar tristes hoy, muchacha cálida. Si te bebiste todo el sol antes del alba, ilumínanos con tu mirada. Esta soledad de viejos no admite desmoronamientos, solo calma. Un ángel llegó de lejos, se posó en la ventana, contempló la devastación tras de sus alas, su beso nos rozó y brotó una lágrima. Si escuchas su canción percibirás que son una parvada. La estirpe se disgregó por afanar una ilusión dorada. Honremos la congregación en torno de los fuegos que estallan. Por qué estar tristes hoy, aunque haya lágrimas.
Pergeña tu oración, mujer crisálida. La conflagración convoca nuestra carne y su ceniza será consagrada. Afuera florece una sublevación. La trinchera está decidida pero nuestra función no es clara. Somos tejedores, hacedores de tramas. Bordamos flamas cuyos destellos iluminan un instante las faces apagadas. Honremos la consagración sobre las brasas que restallan. Por qué abatirse hoy, ante las fraguas.
Estamos desnudos. La penumbra interior es un pasaje. Los pétalos caen, como vestigios del ángel visitante. Honremos con destellos la liberación. Participemos con la carne sosegada. Consagremos ante el fuego la comunión. Oremos desnudos. Entretejamos instantes. Nos están brotando alas. 

Video: Max Richter, "On the Nature of Daylight", The Bluenotebooks, FatCat Records, Reino Unido, 2004.