Sementerio


 
No ha venido a salvarte 
–El amor no salva a nadie. 

No ha venido a compartirte las llagas de su pan 
ni a descifrar males con síntomas de tarde. 

Las luces falsas del cuerpo ya no desembocan en el paladar 
–Ese paladar donde ha crecido yerba amarga: 
residuos de ponzoña y lágrima. 

El sabor que antes fue clandestino se ha vuelto una ruina del placer 
–El placer que ha mal sobrevivido como un ángel en exilio. 
El placer que no ha encontrado un sitio ni siquiera en el apego.

Las vísceras descienden la escalera
–cúbica y serpentinamente. 
Cada escalón es una región donde nacen revólveres 
como en el crimen líquido de los amantes.

No ha venido a salvarte ni a roer los restos del balcón donde has colgado tu cuerda…

Imagen: "El corazón no tiene edad", Coyotown, México, 2007. Fotografía digital