Viene el sol a meterse en la sala

Viene el sol a meterse en la sala, como un animal familiar que nos roza con su cola; mira tus tenis tirados sin la menor elegancia, envolturas de dulces dejadas por aquí y por allá, un equipaje de muñecas mutiladas y el ceño fruncido mientras cantas ante el monitor portátil y yo lavo los trastes y pongo la música. Un animal familiar que advierte una decoración diferente; un animal familiar que me mira y presiente que, por ahora, soy un hombre feliz.