La vida alucinante de las moscas [Frag.]
El horizonte se rompe como una oblea de cielo. El sol es árido y se incrusta en el lagrimal. Mi visión de la vida se corrompe y estalla como un cristal. Ángeles ebrios, obscenos y recalcitrantes quieren cantar una canción en francés pero sólo recuerdan el primer verso. Una mujer desaparece cuando la quiero besar, se eleva condescendiente hasta convertirse en atmósfera electrocutada. ¿Éste es el mundo alucinante de las moscas? Encore des mots, toujours des mots, les mêmes mots... Todo lo que tuve habría ajustado para pagar una humanidad disipada a mis amigos los ángeles, que hoy vinieron por mí para llevarme detrás de ese horizonte de lata.
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El horizonte se rompe. La aridez solar se incrusta en mis lagrimales. Enunciar la vida me salpica de cristales. Estoy a punto de emborracharme con una pandilla de ángeles. Charanda desaparece cuando la quiero besar y se eleva sugestionándome para que la alcance pero se aleja demasiado y ni siquiera intento tenderle mi brazo. Bandido mundo alucinante. El pensamiento se corroe fluyendo en palabras inexactas. Mejor he de irme con esta parvada de ángeles, cuando nos aburra este bar.
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