Hermanos de Fiebre



Se llamaba Beso de Fiebre
y vivía en el columpio
risueño de la muerte.
                                 
Era una niña de vidrio
cuando su hermano
–una noche manchada de vino–
guardó en su cajita los crepúsculos.

Al tañer sus hilos magníficos
esparcían la espora del clima violeta.

Se llama Vaso de Fiebre
y vive en el cenicero
de una noche perpetua.

La estela de su hermana Besito
se desliza láctea en la membrana rota
de la luna ensangrentada
que la tragó para siempre.

No hay canción susceptible
para estos versos de fiebre.

Solo,
bailo enredado en los hilos,
rasgueo las cuerdas con filo,
y chillo, enloquecido,
este canto de fiebre.

Imagen: Detalle de neomural firmado por Makatron, Coyotown, México, 2014. Intervención digital