Manchas de cielo




Melancolía y Depresión despertaron atados de brazos en la misma cama, sin residuos de amor pero con el aroma letárgico posterior al deseo. El insomnio anterior apenas es una transpiración de las sábanas, un vapor con olor a cigarros, una escena brumosa como una película cuya reminiscencia sólo es una línea de ardor en las raíces negras de las pestañas que median entre el estrago interior y el mundo fotosensible. El mediodía es una canción que rechina infectada de pájaros, con la percusión lentísima del aire que aletea atascado en las nubes destripadas como una jalea gris que empalaga el intelecto meteorolábil de los solitarios.
Melancolía dispone sus ojos como un telescopio desenfocado; pareciera que durmió con los párpados despegados como si fuera un aparato puesto a cargar y que ya recargado emite una señal melodiosa.
Dice, con esa voz que pergeña los cromos del horizonte:

Los pájaros traen
pedazos de cielo;
las hebras pluviales
cuelgan de sus picos.
Se posan en la ventana
de mi pensamiento
como una cosquilla
que me hace expandir
mi sensación de universo.

Depresión despega los párpados como si sus bostezos los expelieran sus ojos; suelta el bulto de su consorte y se voltea dándole la espalda amalgamando nada más la piel afelpada de sus nalgas; apunta a la cortina y espeta, con esa voz ronca y olorosa a colillas amontonadas:

Los pájaros caen
manchados de cielo;
como hebras pluviales
que han engendrado picos.
Quiebran la ventana
de mi pensamiento
y la pongo a escurrir
como la hemorragia
donde te sumerjo.

Ambos cierran los ojos al mismo tiempo, como si se hubieran puesto de acuerdo para apagar las luces dominicales. Al terminar la cuenta regresiva imaginada en sus pensamientos escurre una lágrima, y la implosión del silencio hace retumbar la mañana que se aleja aleteando súbitamente, como los pájaros de sus versos equivocados de cuento.
 

Imagen: "Manchas de suelo". Sombras y pétalos de jacarandas sobre el suelo del Cerro de los Chapulines,
a las afueras del Museo Tamayo, Vieja Ciudad de Hierro, Méshico. Abril de 2017. Descomposición digital